viernes, 9 de julio de 2010

MÁS SE PERDIÓ EN CUBA


Querid@s lectores/as:

Viernes... y aún no he cazado ningún libro cubano.
No se ha publicado nada nuevo, por lo menos en mi zona.
Por ejemplo, llevo esperando la publicación de tres libros -de tres buenos amig@s/escritores cuban@s: Teresa Dovalpage, Antonio Álvarez Gil y Ana Cabrera Vivanco (...ordenados por tiempo de busqueda) y ¡todavía no han salido a la venta!.
Cuando este sucede -y para aliviar mi impaciencia- retomo algún libro de Historia de Cuba, de mi bien nutrida biblioteca. ¡Siempre es bueno tener libros en reserva, para que no falte nunca la lectura!
Seguro que el que les presento hoy es del interes de l@s amantes y estudios@s de nuestra Historia.
Aquí lo tienen... ¡¡pasen y lean!!


MÁS SE PERDIÓ EN CUBA: ESPAÑA, 1898 Y LA CRISIS DE FIN DE SIGLO"
Juan Pan-Montojo (Coordinador)

Alianza Editorial
Madrid, España
2ª edición: 2006
557 páginas + Amplísima bibliografía,
ilustraciones y fotos.

Sinopsis:

La guerra de 1898 con los Estados Unidos hizo perder a España sus colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pero, más allá de la pérdida del estatuto de potencia colonial, España perdió en aquel desastre -como lo llamaron los contemporáneos- la confianza en sus propias capacidades como nación. Más se perdió en Cuba. España, 1898 y la crisis de fin de siglo explora, a partir del análisis del imperio colonial español del siglo xix (Christopher Schmidt-Nowara), las repercusiones que su pérdida produjo en España en el terreno social (Manuel Pérez Ledesma), político (Juan Pro Ruiz), económico (Juan Pan-Montojo), cultural (Carlos Serrano) y sobre la identidad nacional (José Álvarez Junco). Con un enfoque claro e innovador, los autores -coordinados por Juan Pan-Montojo- sopesan los elementos de continuidad y de ruptura en la crisis española del 98. De esta forma, la crisis específica del proyecto nacional español, que hizo arrancar el siglo xx bajo el estigma del fracaso, se enmarca en una crisis general de fin de siglo ligada a la liquidación de la experiencia liberal europea del siglo xix.


Este volumen es la segunda edición del publicado en 1998 con motivo del Centenario del Desastre. En ese texto, los autores desbordaron con creces los rasgos de una publicación conmemorativa y circunstancial, para convertirlo en un libro de historia de la crisis de fin de siglo en España. Para ello acometieron una tarea de "normalización" del 98, consistente en la desdramatización de la derrota y de sus efectos y en la lectura, dentro de coordenadas más amplias que las españolas, de las reacciones y transformaciones que trajo consigo e incluso de los procesos que le dieron forma. Y el resultado es un libro que se ha convertido en referencia para historiadores.
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Junto con una nueva Introducción que analiza el 98 después del 98, en esta edición se abordan los nacionalismos surgidos frente a un transformado nacionalismo español, durante la guerra y tras la derrota: Josep M. Fradera analiza en su capítulo la génesis de los nacionalismos vasco y catalán, enfrentados al español.
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Obra colectiva (528 págs.) coordinada por Juan Pan-Montojo, en conmemoración del centenario de la guerra y la crisis de 1898, con arreglo al siguiente índice:
-Introducción: ¿98 o fin de siglo? (Juan Pan Montojo)
-Imperio y crisis colonial (Christopher Schmidt-Nowara)
-La sociedad española, la guerra y la derrota (Manuel Pérez Ledesma)
-La política en tiempos del "Desastre" (Juan Pro)
-El atraso económico y la regeneración (Juan Pan-Montojo)
-Conciencia de la crisis, conciencias en crisis (Carlos Serrano)
-La nación en duda (José Álvarez Junco)
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La guerra de 1898 contra los Estados Unidos, que hizo perder a España sus colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, es presentada en este libro no sólo como la liquidación del imperio colonial, sino también -y sobre todo- como un "desastre" que hizo al país perder la confianza en sus propias capacidades como nación. La gravedad y amplitud de aquella crisis obliga a contextualizarla con un estudio del imperio español del XIX, que Christopher Schmidt-Nowara analiza como algo muy distinto del viejo imperio de la Monarquía de la Edad Moderna. Y a perfilar después las repercusiones que la guerra y la derrota produjeron en España en el terreno social (capítulo de Manuel Pérez Ledesma), político (Juan Pro), económico (Juan Pan-Montojo), cultural (Carlos Serrano) y sobre la identidad nacional (José Álvarez Junco).
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En cada uno de estos capítulos se sopesan los elementos de continuidad y de ruptura presentes en la crisis española del 98, así como la parte que la guerra tuvo en el desencadenamiento o la aceleración de procesos históricos de largo alcance. La crisis específica del proyecto nacional español, que hizo arrancar el siglo XX bajo el estigma del fracaso, se enmarca en una crisis general de fin de siglo, ligada a la liquidación de la experiencia liberal europea del siglo XIX.

El capítulo sobre La política en tiempos del "Desastre" arranca de las repercusiones políticas inmediatas que tuvo en España la noticia de la derrota bélica y el tratado de cesión de las colonias, constatando que, en ese aspecto, la crisis no fue tan virulenta como habían temido algunos políticos dinásticos, y el régimen de la Restauración sobrevivió sin tener que hacer frente a grandes conmociones revolucionarias ni involucionistas. Para comprender el alcance de la crisis de fin de siglo es preciso considerar el régimen en el largo plazo: un régimen político cuyo funcionamiento práctico se alejaba notoriamente de las previsiones constitucionales, y aun de cualquier planteamiento teórico de un Estado de Derecho.
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El fraude electoral, la corrupción y el caciquismo, hacían que, de hecho, los cambios de Gobierno los decidiera la Corona y las Cortes las fabricaran y manipularan los Gobiernos, sin que en ningún punto del sistema interviniera la voluntad del electorado. Estos mecanismos oligárquicos fueron denunciados por un conjunto de intelectuales que, hacia finales de siglo, demandaron un mayor protagonismo político para sí mismos, acusando a la clase política española de ineficacia y dejación de sus funciones.
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En esa reacción -plural- de los intelectuales aparecen elementos que ayudan a comprender la esencia del régimen de la Restauración y el impacto sobre ella de la crisis de fin de siglo (que no fue sólo consecuencia de la derrota en la guerra, sino también de la desaparición de los líderes históricos, la consiguiente disgregación de los partidos dinásticos y el cambio en la titularidad de la Corona con la mayoría de edad de Alfonso XIII); en esos mismos discursos de Joaquín Costa y de los regeneracionistas encontramos también esbozadas las grandes soluciones políticas que se dcisputarán el poder en la España del siglo XX, república y democracia por un lado, y dictadura militar por el otro.
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En definitiva, y aun cuando el "Desastre" del 98 no se llevó por delante el régimen de la Restauración, en torno al cambio de siglo confluyeron una serie de factores que pusieron en marcha la crisis del régimen, pues se hizo imparable la crítica al mismo (incluso desde dentro de los partidos dinásticos), sin que nadie acertara a encontrar una salida no traumática. El modo en que el espíritu del 98 está presente en la dictadura de Primo de Rivera, en la Segunda República e incluso en algunos aspectos del franquismo, permite considerar que en esta crisis de fin de siglo se definieron las bases políticas de la España del siglo XX.-

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