Prisión y pensamiento

   Querid@s lectores/as:  Ya ven, igual que el año 2013 terminó muy fuerte, librero-cubanamente hablando, el año 2014 también ha empezado muy fuerte en este sentido, así que sólo me falta el tópico de conseguir ¡¡tiempo para leer!!. No siempre disponible, pues forzosamente lo he de alternar con el trabajo cotidiano. Lo bueno sería poder tomarme unas vacaciones extraordinarias... o, mejor aún, que me toque la lotería.  Mientras espero alguno de estos milagritos sigo leyendo en tiempo libre y apilando los libros en las abarrotadas estanterías de mi humilde 'biblioteca cubana'.

   Hoy me complace catalogar lo que considero "uno de esos libros de historia de Cuba que tanto me gustan", y más cuando se trata de una historia desde el punto de vista personal de quien la ha vivido ¡y sufrido! en primera persona. Uno de esos relatos que la 'historia oficial' quisiera escamotearnos.
Es muy bueno que estos testimonios vean la luz, para que las nuevas generaciones conozcan y no olviden como fue aquella Cuba... y de estas enseñanzas tomen nota para evitar esos errores (¡¡horrores!!) en la construcción de la Cuba del futuro. Así que les digo a todos: ¡¡Pasen y lean!!

PRISIÓN Y PENSAMIENTO
Testimonios de un preso político cubano
Pedro Santos Gallardo

Alexandria Library
Miami
Library of Congress Control Number:
2011918952
Printed in Great Britain
by Amazon.co.uk, Ltd.,
Marston Gate
287 páginas.

-De la contracubierta del liobro-

   Pedro S. Gallardo, nació en Ciego de Ávila, Camagüey, Cuba, en 1936. Nieto de veteranos de la Guerra de Independencia, heredó de su familia amor patrio, ideal de libertad y devoción por la República.
   Pedro luchó contra la tiranía y la sovietización que trajo a Cuba la revolución de 1959.
      Preso por conspiración contra los poderes del estado, probó su temple durante los interminables interrogatorios psicológicos del G-2. Fue condenado a 20 años de prisión, de los cuales cumplió 17 años. Fue indultado en 1979.
   Salió de la prisión en silla de ruedas de por vida, debido a la pésima alimentación y a las seis huelgas de hambre por las que atravesó, de 7, 9, 11, 20, 35 y 46 días. Mantuvo dentro de la prisión su rebeldía, por la cual fue atormentado repetida y cruelmente.
   Relata uno de esos castigos:

      "Estuve 14 meses incomunicado en varios calabozos sucios, infectados de insectos, sin luz ni
       agua para bañarme, donde dormía en un suelo similar a la arena húmeda, que tenía que calentar
       con mi cuerpo semidesnudo".

    Por  largos años sin visitas de familiares, en trabajos forzados donde trataban a los presos políticos con salvajismo, eran heridos con bayoneta o asesinados sin justificación; Pedro mantuvo una posición de rebeldía durante una larga condena.

      ¿Cómo pudo resistir ese calvario?
   "Mi fe en Dios hizo que fuera un hombre libre".
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí
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