Debajo de la mesa. Memorias

   Querid@s lectores/as:  ¡¡Por fin!! Un libro muy querido, muy esperado. Hay que decir que en las principales librerías de Barcelona brillaba por su ausencia. Incluso en la Casa del Libro tuve que encargarlo pues no lo tenían en ese momento.
   Una llamada de atención:  ¡¿Qué está pasando en las librerías?! No hay apenas libros cubanos. Es la serpiente que se muerde la cola. No se de quien es la culpa ¿las editoriales? ¿las distribuidoras? ¿las mismas librerías? Si no hay libros no hay ventas. Hace años me iba de -placentero- recorrido por mis librerías favoritas en 'busca y captura de mis queridos libros cubanos'...y esto se acabó. Ahora más del 90% del fondo de mi biblioteca cubana se mutre de los pedidos de Amazon. Las librerías están perdiendo dinero.
   Pero en fin ¡¡basta de lamentaciones!! Hoy es un gran día. Desde ayer estoy saboreando las memorias de Juan Abreu. Tuve el placer de conocerlo brevemente hace tiempo  -aunque de hecho lo conocía ya a través de sus anteriores libros- y me autografío uno de sus ejemplares. Hoy, gracias a Debajo de la mesa, lo conozco más a fondo y lo valoro como merece.
   Nadie debería perderse estas Memorias, gracias a ellas conoceremos no sólo las interioridades de su protagonista, su vida desde su infancia, sino además y muy especialmente la triste historia de Cuba bajo esa cosa llamada revolución.
   Así que, ya saben:  ¡¡No se lo pierdan!!  ¡¡Pasen y lean!!

DEBAJO DE LA MESA.

MEMORIAS

Juan Abreu

Editores Argentinos, 2016

Primera edición

www.eeaa.com.ar

ISBN: 978-987-3876-09-7

341 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   Como apaches, silenciosos, alertas, las armas listas (tirapiedras, arcos y flechas, tirachapas), cruzamos las urbanizaciones y nos adentramos en el bosque que circunda el hospital de los tuberculosos. El suelo oloroso y blando. Mima nos advertía siempre de que no tocáramos nada que encontráramos en las cercanías del hospital, para que no se nos pegara la tuberculosis. Que podíamos morirnos si agarrábamos la tuberculosis. Decía muy seria. Aquello nos impresionaba, aunque teníamos una idea muy vaga acerca de la muerte. Una vez Mima trató de explicarnos que era la muerte. Básicamente, concluí, la muerte era que no la veríamos más a ella. Que no la veríamos nunca más. Ciertamente la muerte parecía algo espantoso.

   Pero transcurrieron muchos años antes de que comprendiera que mi madre tenía razón y que su manera de explicar la muerte era la más acertada:  la muerte es aquello en lo que se convierte el mundo cuando ya no puedes ver a tu madre nunca más.

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   "Juan Abreu no es el primer niño que observa el mundo desde debajo de la mesa. Pero sí ha sido el primero que lo ha descrito desde ese lugar, con una prosa emocionante, mas no emocionada, puesta a disposición del ejemplar heroísmo de la memoria".

                    Arcadi Espada

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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.

Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí

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