sábado, 19 de febrero de 2022

¡Pobre Cuba!

 



   Queridos lectores/as:  ¡¡Pobre Cuba!! Así he de encabezar la segunda entrega de esta semana. (Es que Cuba duele, y mucho). Recordando a todos los que se dejaron la piel, a los que dieron la vida durante tantos años luchando por la libertad de Cuba; contra ese cruel, patético y fallido experimento social mal llamado revolución cubana. 
   He aquí el desgarrador testimonio de uno de esos dignos luchadores por la libertad de su patria. Afortunadamente él sobrevivió pero dejó a muchos compañeros. amigos -hermanos de lucha- en el camino.  En homenaje a todos esos valientes  -a los que no debemos olvidar-  es que van dedicadas estas líneas. En su honor, por favor pasen y lean.

¡POBRE CUBA!
(frase de Jorge Luis Borges al autor)
-Mis Memorias-
Alberto Muller

Ediciones Universal
Miami, FL. USA
Primera edición, 2022
ISBN-13: 978-1-59388-319-5
329 páginas. + Apéndice fotográfico,
hasta un total de 348 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   Alberto Müller nació en La Habana, Cuba, el 23 de mayo de 1939. Estudió en los colegios Columbus School (primera enseñanza); Instituto de La Habana (ingreso); Belén y Escolapios de Guanabacoa (segunda enseñanza); Derecho en la Universidad de La Habana; Bachelor of Arts en St. Thomas University, Miami, Master en Relaciones Internacionales en FIU, MIAMI.
   En febrero de 1960 organiza una manifestación estudiantil repudiando la visita a Cuba de Anastas Mikoyán, el dirigente soviético que dirigió la masacre al pueblo húngaro en 1956. Crea en Miami, conjuntamente con otros estudiantes, el Directorio Revolucionario Estudiantil, organización que es tradición en Cuba para combatir las dictaduras y es nombrado su Secretario General, por lo que vuelve inmediatamente a la Isla para luchar en la clandestinidad en noviembre de 1960. Organiza un alzamiento de estudiantes y campesinos en las montañas de la Sierra Maestra y es hecho prisionero en abril de 1961.
   En su primera noche como prisionero es sometido a un Simulacro de Fusilamiento, en dos ocasiones padeció la tortura de la zanja de Excrementos; durante el Plan de Trabajo Forzado en Isla de Pinos, es herido en dos ocasiones con sendos bayonetazos y es golpeado decenas de veces en sus espaldas con bayonetas. El tiempo aislado en celdas de castigo suman más de dos años.
   Léanse estas memorias de un hombre diferente, incansable en su quehacer humano y de mirada tiernamente vigilante, que duerme poco, escribe con hondura solidaria, le fascina la poesía y se desvela con los niños pobres, los mendigos y los invidentes. 
   Su vida la ha dedicado casi íntegramente a Cuba.
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí
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