De paso, ya que estamos en el tema, aprovecharemos para desmentir la tan divulgada frase apócrifa de Ernest Hemingway: "Mi mojito en la Bodeguita, mi daiquiri en el Floridita". Pues bien, el escritor estadounidense nunca fue cliente asiduo de la Bodeguita. -dicho por el propio Ángel Martínez, su dueño legítimo en aquellos tiempos-, Hemingway sólo estuvo allí en un par de ocasiones, una para hacer un encargo y otra para recogerlo. Conclusión: ¡No tomaba mojitos en la Bodeguita!
Sin embargo, sí era adicto a los daiquirís del Floridita donde el barman Constantí Ribalaigua Vert (originario de Lloret de Mar, provincia de Gerona, España), le servía una especialidad particular que denominaba papá doble y consistía en un daiquirí doble de ron y sin azúcar, al gusto de Hemingway.
La tan manida frase publicitaria: "Mi mojito en la Bodeguita, mi daiquiri en el Floridita" hay que atribuírsela al escritor y periodista Fernando G. Campoamor.
Y esta es la historia real.
Volviendo al tema que nos atañe, el libro de hoy va dedicado a una asociación ejemplar: El Club de Cantineros de la República de Cuba. Un grupo de trabajadores asociados, de cuando en Cuba existía la libertad de asociación y por tanto: gremios, mutuas, clubs, asociaciones, sindicatos...
Vayan desde estas páginas nuestro recuerdo y nuestro homenaje a su labor. Aquí lo tienen: ¡¡Pasen y lean!!
CLUB DE CANTINEROS DE LA REPÚBLICA DE CUBA
-Su historia-
José Alfonso Castro Gómez
[Sin fecha de publicación ni más datos editoriales]
(Publicado en Amazon)
ISBN: 9798321688267
261 páginas.
-De la contracubierta del libro-
El Club de Cantineros de la República de Cuba fue creado en La Habana en 1924, por un selecto grupo de trabajadores del bar de origen español, por lo que en este 2024 cumple su primer centenario. Su tiempo de vida fue de treinta y seis años, un período corto pero suficiente para lograr importantes conquistas que marcaron no solo el camino de varias generaciones de cantineros, sino también de otras organizaciones obreras que convivieron en su tiempo, enalteciendo el trabajo de los obreros del bar.
Este escrito es un resumen de su historia, intentando un recorrido desde su fundación, hasta su desaparición física, resaltando los acontecimientos de mayor trascendencia y las conquistas que lo ubicaron en la élite de las sociedades gastronómicas cubanas.
Es un libro que todo cantinero debe leer y especialmente, el cantinero cubano, porque aquí está la esencia de sus raíces, la formación del artista de los cócteles, la génesis, desarrollo y final de una institución que dignificó el oficio de cantinero, no solo demostrando que su profesión era técnica, sino además arte, y ubicando a la escuela cubana en referencia a nivel internacional.
-El autor-
José Alfonso Castro Gómez, Ciudad de Matanzas, Cuba, 1966. Destacado cantinero, profesor e historiador de la cultura del cóctel en Cuba. Ha publicado anteriormente: Ron Cocteles y Cantineros de Cuba (2010), Cocteles cubanos: 1100 recetas en el tiempo (2014), El bar, herramientas y secretos (20179, Beber con Glamour (2021) y cientos de artículos vinculados a la gastronomía en general. Actualmente vive en España y trabaja en la culminación de dos importantes obras históricas sobre el popular coctel Daiquirí e industrias Arechabala y su ron Havana Club.
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
José Martí
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