lunes, 30 de agosto de 2010

INSOLACIÓN



[Foto de la presentación de la novela en México,
Manuel Pereira acompañado de Eliseo Aberto]

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¿Próxima edición en España de "INSOLACIÓN"?
... según vi anunciado en una entrevista.

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Mientras esperamos que se haga realidad la publicación de esta novela de Manuel Pereira en España, veamos esta excelente crónica de Andrés Reynaldo.
(...aunque dada la fecha de este artículo de referencia, me extraña no haber tenido noticias -ni haber visto la novela- en ninguna librería de mi ciudad).


"INSOLACIÓN", CRÓNICA DE UN COLOSAL FRAUDE HISTÓRICO
Feb. 11, 2007

By Andrés Reynaldo
EL NUEVO HERALD


Joaquín Iznaga le había dicho no a Fidel Castro. Delante de todos, en
plena Plaza de la Catedral de La Habana. Fidel le había hecho una
oferta. Una tremenda oferta. Pero aquel muchacho zarandeado por los
cuatro vientos de la historia le dijo no al dictador acostumbrado a
escuchar sí.

A lo largo de más de 500 páginas, el héroe de Insolación, la reciente
novela de Manuel Pereira, tratará de explicarse ese no rotundo,
sospechosamente irrespetuoso. Por ese camino de agónica introspección y
relampagueantes acontecimientos, Pereira nos revela la historia de la
más desgarrada, compleja y dilapidada generación que haya dado Cuba: la
de aquellos que eran niños, o estaban a punto de entrar en la
adolescencia, en enero de 1959.

Entre la década de 1960 y los primeros años de la del 1970, la sociedad
cubana vivió un experimento único en Occidente. Una nación pujante y
cosmopolita (a pesar de todas sus carencias), con una economía cuyos
índices superaban los de varios países europeos hoy desarrollados, se
adentró en un proceso de destrucción material y espiritual.

Fueron los años de los paredones de fusilamiento, la invasión de Bahía
de Cochinos, la Crisis de Octubre, la insurrección anticastrista de los
campesinos del Escambray, la exportación de las guerrillas al Tercer
Mundo y la Zafra de los 10 Millones. Como colofón institucional del
caos, vendría la férrea sovietización instaurada a partir de 1973.
Luego, la isla se desangraría en las campañas africanas y casi llegaría
a la parálisis con las penurias provocadas por el colapso de la Unión
Soviética.

Muchos escritores de esa generación han perseverado, fundamentalmente
desde el exilio, en recrear la tragedia cotidiana de este medio siglo.
El desafío es mayúsculo. A las monumentales ruinas habaneras y los
depauperados campos, corresponden igualmente la erosión de los valores,
la pérdida de identidad, la división de las familias, la prostitución de
la cultura y la instrumentalización de la miseria como arma de control
político y social. Un tema de Tolstoi para la mirada de Dostoyevski.

Pereira ha sobrevivido ese triple salto mortal. Insolación está llamada
a quedarse en la biblioteca esencial de la literatura cubana. Sus
carácteres, vívidos y cercanos, tienen también la calidad arquetípica de
los personajes épicos. Cada uno expresa una multitud. En sostenido
contrapunto entre pasado y presente, la trama avanza, a veces de manera
vertiginosa, tras una realidad sin coordenadas. Cada acción es una metáfora.

''¿Por qué cojones los barrenderos no hacían su trabajo igual que antes?
Porque ahora los barrenderos hacían el trabajo de los macheteros
mientras que los macheteros se convertían en administradores o
funcionarios'', observa Joaquín Iznaga. “A su vez, los cirujanos tenían
que suplantar a los agricultores y los sembradores de malangas se
convertían en ingenieros, pero al mismo tiempo los ingenieros tenían que
ir a cortar marabú o a sembrar eucaliptos en el campo mientras los
pianistas cortaban caña. . . ¡Era el mundo al revés! ¡Todo patas arriba!''

En La Habana de 1948 nació Pereira, en el corazón de La Habana Vieja. A
los 20 años empezó a trabajar en la revista Cuba Internacional. De 1978
a 1984 fue subdirector de la revista Cine Cubano. Más tarde, ocupó el
cargo de agregado cultural de la delegación castrista ante la UNESCO.
Tras su renuncia en 1988 permaneció condenado al ostracismo en la isla
hasta 1990. Vivió durante cerca de 14 años en España. Ahora reside en
México.

Ha publicado las novelas El comandante veneno (La Habana, 1977), El ruso
(La Habana, 1980), Toilette (Barcelona, 1993) y el libro de ensayos La
quinta nave de los locos (La Habana, 1988), entre otros títulos. Su
libro de cuentos Mataperros ganó el Premio Cortes de Cádiz del 2005, en
España.

Insolación es la crónica de un colosal fraude histórico visto con los
inocentes y por tanto implacables ojos de un joven que perdió su piel en
la utopía. Dicho así, todo parece menos doloroso, menos inmoral. Pero en
estas páginas se huele la sangre detrás de la entusiasta escenografía y
se pierden las esperanzas (la misma esperanza de vivir) en medio de una
carcajada. Con mano maestra, Pereira ha definido esos contrastes. ¿Qué
más puede pedirse a un novelista?

areynaldo@herald.com
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Me gustaría ver publicada esta y otras novelas del autor en España, pero lo veo difícil (...quizá a causa de una mala distribución).

Ser culto es el único modo de ser libre. Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
J. Martí
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