domingo, 1 de enero de 2017

Cuba Roja





   Querid@s lectores/as:  Aquí me tienen, empezando el año leyendo duro. Aunque el tema es muy de mi interés, por tratarse en cierto modo de 'uno de esos libros de historia de Cuba que tanto me gustan' , en este caso no voy a leerlo de un tirón ni mucho menos, incluso lo más probable -dado su volumen-  que alterne su lectura con otros libros más llevaderos; ya veremos, ya les contaré.
   Ahora mientras vamos cerrando capítulos de la vieja historia de Cuba y nos vamos preparando, una vez cerrado el capítulo final (...que cada día está más a punto) para escribir la Historia de Cuba de verdad, en plena libertad de información.  Todo llegará, uds. lo van a ver...  Entre tanto voy a seguir proclamando:  ¡¡Pasen y lean!!

CUBA ROJA
Román Orozco

Editado por Información y Revistas S.A. Cambio 16
Madrid, España
Primera edición. junio, 1993
¡¡912 páginas!!


-De la contracubierta del libro-

   Este libro no es una peregrinación apresurada, hecha de varaderos y mulatas, sólo de azúcar, tabaco, mercado negro, ron y cocoteros...  Es un trabajo hercúleo que recoge cantares, letrillas, rumbas, intrigas, dogmas, habaneras y poemas, el color, el olor y el dolor, el amor, el poder, el querer y el joder, patria y muerte, venceremos.
   Es una inmersión total en la isla mulata de españoles y africanos...  Así lo ha visto el incansable viajero Manuel Leguineche, que asegura que "es un libro bien pensado, que no deja cabo suelto".

   En estas páginas se recrea la vida cotidiana de los cubanos bajo el mando de Fidel Castro.  Miles de horas de trabajo, centenares de entrevistas y más de 5.000 kilómetros a sus espaldas han permitido al autor de "Cuba Roja" hacer un retrato objetivo de aquellas gentes y aquellas tierras.  Las armas del reportero se ha afilado en pernales tan dispares como el Ejercito, el Partido Comunista, la Santería o los hábitos amorosos de los cubanos.  También están los disidentes y los comunistas convencidos. O el mismísimo Fidel Castro, con el que el autor conversó en varias ocasiones, y sus más feroces oponentes del interior y del exilio.
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí
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