jueves, 17 de febrero de 2011

Un seguidor de Montaigne mira La Habana


Querid@s lectores/as y visitantes de esta humilde biblioteca:

Hoy fue uno de esos días en que dí mi vuelta habitual en busca de mis queridos 'libros cubanos' ...y encima tenía la intuición de que no iba a encontrar nada -además era un día desapacible, lluvioso, frio-; pero para mi sorpresa hallé uno de esos libros que llevaba, sin esperanzas, tanto tiempo buscando.
Aquí les muestro su referencia bibliográfica, para compartir con uds. este feliz hallazgo.

UN SEGUIDOR DE MONTAIGNE MIRA LA HABANA.
LAS COMIDAS PROFUNDAS.
Antonio José Ponte

Editorial Verbum
Mardid, España. 2001
80 páginas

Veamos esta completa información de la contraportada:

Dos espléndidas obras reunidas, a modo de vasos comunicantes en un solo libro, el primero que el joven escritor cubano Antonio José Ponte publicó en España.
Por su innovadora y carnavalesca fusión de narrativa, poesía y ensayo, por su ingeniosa mezcla de autobiografía y fabulación, y por su sorprendente escritura barroca, exquisitamente imaginativa y de gran madurez literaria, que entronca con la gran tradición literaria moderna cubana e hispanoamericana, este seductor libro de Ponte constituye no sólo uno de los "platos fuertes" del panorama editorial español, sino también el descubrimiento para el lector y la crítica de uno de los autores ya fundamentales de la literatura hispanoamericana del siglo XXI.

"Un seguidor de Montaigne mira La Habana": Fundador, agrimensor y paseante, pregunta por las ciudades de origen, imagina su propio origen: "Todo empezó conmigo en Matanzas, en mi nacimiento. Luego volvió a empezar cuando llegué a La Habana".
Imagina la ciudad convertida en libros, casas, gente, calles, lugares perdidos, fábula de una única tarde en Granada, la ciudad novelada por Lezama, la ciudad entrevista, escrita en la imaginación y en el sueño de la memoria y del libros de viajes: La Habana, metáfora del mundo, nostalgia de los habaneros, converida en líneas, rostros, pupilas.

Ante una mesa vacía en La Habana, cubierta por un mantel de alimentos dibujados, un escritor con el estómago en blanco invoca el espíritu de "Las comidas profundas" y ejercita su paciencia imaginando en una hoja el Lugar De Donde Vienen Las Comidas Sabrosas: La piña de Carlos V, las viejas comidas rechazadas en la infancia, la falsa etomología de los albaricoques, las cenas de maderas cubanas de la marquesa de Mont-Roig, los casos gastronómicos de Apollinaire y San Petersburgo, la historia de la carne apócrifa, las ilusorias comidas sustitutivas y los menús imaginarios, los bebedizos de nombres sorprendentes (champán de hamaca, bájate el blumer, escupelejos, espérame en el piso, Pyong Yang, hueso de tigre)las recetas metafísicas del aliñado, el ajiaco y el prú, esos milagros gastronómicos cubanos.
_________________________________________

Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.

José Martí
___________________________________________
___________________________________________

No hay comentarios: