Querid@s lectores/as: Hoy es un gran viernes en mi 'biblioteca cubana'.
Recuerden el nombre de este escritor: Vladimir Hernández. Verán como al paso del tiempo está llamado a convertirse en uno de los grandes clásicos de la novela negra cubana.
Acabo de transitar por este impactante thriller policiaco y su recorrido me ha dejado sin aliento. Partiendo de una lúgubre estación de policía de la Habana vieja, conocida como la Mazmorra he iniciado un frenético paseo en dirección al Vedado, y por una Avenida en que al llegar las sombras de la noche causan que los Presidentes desciendan de sus pedestales y se pierdan en la oscuridad; dando paso a tribus urbanas de las que la mayoría de ciudadanos comunes desconocen su exacto perfil: Mikis, repas, roqueros, metaleros, punks, góticos, aristos, ¡vampiros!... Otra sociedad paralela hecha a imagen y semejanza de sus trasnochados protagonistas.
De vuelta de este siniestro deambular y de regreso al punto de partida en la Mazmorra, he vuelto a patear esa Habana, que ya no soporta el exceso de maquillaje oficial que trata de ocultar su profundo deterioro tanto urbanístico, cuanto más humano, pero que aún así se resiste heroicamente a perder sus encantos.
Me ha sido dado observar -puerta por puerta y casa por casa- ciertas intervenciones policiales donde la actuación oficial y la más franca y descarada ilegalidad esta trazada por una línea muy difusa.
Y llegamos al final, aunque no es del todo así, pues esta narración parece no tener fin o en todo caso da la sensación de que vuelve a empezar, ya que el lector intuye que se abre ante sí un tríptico de imprevisibles consecuencias.
Esperemos que el autor no nos deje mucho tiempo con las ganas de proseguir esta trepidante serie policiaca.
Así lo he vivido, así lo he leído. Y conste en acta que no me considero un "reseñador"; soy tan sólo un sencillo -aunque constante- lector.
Recuerden que ya se lo dije al principio de esta crónica. No olviden este nombre: Vladimir Hernández. Es uno de nuestros clásicos y ha venido para quedarse.
Hoy, con renovada ilusión por la novela policiaca de calidad, les digo en voz alta y fuerte: ¡¡Pasen y lean!!
HABANA REQUIEM
Vladimir Hernández
Harper Collins Ibérica
Madrid, España, 2017
ISBN: 978-84-9139-036-7
333 páginas.
-De la contracubierta del libro-
DEL GANADOR DEL PREMIO L'H CONFIDENCIAL, NOS LLEGA HABANA REQUIEM, UN THRILLER POLICIACO QUE NOS ARRASTRARÁ POR LAS CALLES DE LA HABANA VIEJA.
Cuba se tensa en medio del panorama de recesión y el Estado intenta maniobrar con un falso aperturismo económico, pero la mentalidad insular ha cambiado y el ciudadano de a pie ya no parece tan dócil como ha sido durante el último medio siglo. La marginalidad amenaza con desbordar el sistema.
En la Mazmorra, unidad de policía del hacinado distrito de Habana Vieja. los oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria, la famosa PNR, intentan enfrentarse al naufragio social, pero los propios agentes de la Ley, precarios diques de contención, actúan lastrados por sus miserias humanas.
Un presunto suicidio, un violador en serie, y el cadaver de un joven negro relacionado con drogas de diseño y tribus urbanas, son los puntos de partida argumental de Habana requiem. Tres tenientes de la Mazmorra -el veterano Puyol, la arribista Ana Rosa, y el impulsivo Eddy- son los encargados de llevar esas investigaciones a buen destino y contrarreloj. Cada uno de ellos emplea métodos diferentes, pero todos comparten una máxima: "Ser un buen poli implica a veces ensuciarse las manos".
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
José Martí.
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