Aventuras del soldado desconocido cubano

   Querid@s lectores/as:  Fuera de mi costumbre de los "viernes libreros cubanos", aparezco hoy al inicio de la semana con este post extraordinario con el que completo mi ciclo de estudio del célebre periodista y escritor cubano Pablo de la Torriente Brau.  Así que, los interesados en la obra de este autor que dio la vida por sus ideales [dejando inconcluso el manuscrito de este su último libro], ya saben...  ¡¡Pasen y lean!!

AVENTURAS DEL SOLDADO DESCONOCIDO CUBANO

Pablo de la Torriente Brau

Editorial Verbum

Madrid, España, 2014

ISBN: 978-84-9074-046-0

90 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   Aventuras del soldado desconocido cubano (1940) se inserta en la corriente literaria antibelicista posterior a la "gran guerra" (1914-1918).  Frente a los discursos complacientes de estadistas y especuladores, olvidados del horror y del sufrimiento de las trincheras, durante las dos décadas siguientes irá apareciendo un cuerpo narrativo que pone al descubierto la verídica e íntima historia de los hombres que padecieron aquella carnicería.  Desde el satírico relato El buen soldado Svejk (1921) de J. Hasek, pasando por la crudeza de Sin novedad en el frente  (1929) de E.M. Remarque, hasta el desgarrador Senderos de gloria (1935) de H. Cobb fuero muchos los autores que pusieron su pluma al servicio de la necesaria denuncia.

   En tal escenario no podía faltar la voz de un cubano EEW. UU. había declarado la guerra a Alemania el 6 de abril de 1917; la pequeña Cuba, dependiente entonces de la política norteamericana, en un gesto de excesiva lealtad, le siguió al día siguiente.  Es a partir de este contexto que Pablo de la Torriente Brau escribe las aventuras de Heliodomiro del Sol, un cubano de Santiago de Cuba, que se identifica como el Soldado Desconocido, muerto en las trincheras europeas y cuyos restos reposan en el cementerio de Arlington.

   Es el relato de un antihéroe, alguien perdido en el sinsentido de una guerra que no es la suya.  Narrado con un humor que va de la sátira mordaz a la parodia más cruel, el autor conduce su relato hacia una interpretación de sorprendentes resonancias ideológicas.

   Lamentablemente, la conclusión del manuscrito quedó interrumpida por la muerte del autor en Majadahonda.

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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.

Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí

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