sábado, 29 de diciembre de 2018

La guerra hispano estadounidense. Atrocidades y mentiras




Queridos lectores/as:  Aquí tienen la entrega correspondiente a lo que sería la última 'busca y captura de libros cubanos de los viernes' (que otra vez debido a contingencias festivo-navideñas ha quedado postergada hasta el sábado). Probablemente sea mi última referencia bibliográfica de 2018, o quién sabe, quizá la penúltima pues el año aún no ha terminado...

   Aun no habiendo sido un 'gran año lector' (por la cantidad de libros), sí han pasado por mis manos ejemplares bien interesantes. No obstante considerar que "no he leído demasiado", no puedo quejarme de la cantidad que a última hora habrá alcanzado los 87 libros (siendo este número el del libro de transición hacia el 2019... ¡¡que el nuevo año me coja leyendo!!
   El que les muestro a continuación puedo considerarlo 'uno de esos libros de historia que tanto me gustan', pues nos ofrece interesantes páginas de la historia real, de la guerra de independencia  (cubano-hispano-estadounidense) de 1895 -a cargo de un honesto reportero norteamericano- que de otra forma hubiesen quedado ocultas de la historia oficial.
   Se la recomiendo encarecidamente a todos los estudiosos serios de nuestra historia. Así que ya saben, la mejor manera de finalizar este año y empezar el que viene:  ¡¡Pasen y lean!!

LA GUERRA HISPANO ESTADOUNIDENSE
ATROCIDADES Y MENTIRAS
-Reportada por un periodista yankee en 1898-
George Bronson Rea
Gerardo Sánchez (Editor)

Editorial Navarro's
Segunda Edición
Estados Unidos de América
Año 2017
217 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   A pesar de que las fuerzas insurrectas mambisas tenían más de una mitad de caballería armada con machete, era notorio que cuando comenzaba el fuego estos bravos jinetes se sentían invadidos del irresistible deseo de la exploración en sentido opuesto al sitio por donde el enemigo avanzaba; y veredas y caminos se llenaban de pequeñas partidas de exploradores que no cesaban de correr hasta que el ruido de las descargas quedaba ahogado por la distancia.
   Llegó a tal punto este afán de explorar en cuanto al enemigo se acercaba, que la sola sospecha de la aproximación de tropas españolas era suficiente para engendrar paroxismos de terror que los hacían escapar por el extremo del campo más alejado del que se suponía había de sufrir el ataque.
   Estando Maceo en Las Lajas ocurrió esto tan a menudo que, en dos ocasiones, se vio obligado a montar su rápido caballo y correr más de una legua para hacer regresar a aquella espantada muchedumbre de "valerosos" mambises, golpeando sus espaldas a planazos.
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí
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