Cuba: La matanza de negros

Queridos lectores/as:  Hoy, fruto de mi "busca y captura de libros cubanos de los viernes" podría decir que les traigo 'uno de esos libros de historia de Cuba que tanto me gustan'... pero en este caso casi debo decir que tanto me disgustan y no precisamente por su calidad impecable que dimana de la patente claridad de su aserto expositivo, sino precisamente a causa de su cruda veracidad en la narración de esas tenebrosas páginas de nuestra historia, donde el cruel racismo  -que se quería fingir superado con el advenimiento de la República-  nos muestra una de sus facetas más criminales.

   Un racismo institucionalizado que, dicho sea de paso, por mucho que oficialmente pretenda negarse se ha extendido en la Cuba revolucionaria -de un modo u otro, más o menos sutil- hasta nuestros días. Pero volvamos a hacer hincapié en aquella bochornosa época para que a nadie se le olvide. ¡¡Pasen y lean!!

       [Extraído del libro]:

   Una de las deudas históricas de la nación cubana es destruir la imagen falsa de que el Partido Independiente de Color era un partido racista.

CUBA 1912: LA MATANZA DE NEGROS

Juan Benemelis & María Faguaga

Producción editorial:

The Ceiba Institute of Afro-Cuban Studies

Primera edición, 2018

Copyright de los propios autores.

161 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   ¿Cómo acusar a quienes en los años duros de la contienda bélica tuvieron esa desinteresada y ponderada posición de atentar contra la independencia y la soberanía cuando pasada una década de República formal pidieron lo que les correspondía?

   Esta es la verdad histórica del Partido Independiente de Color; del asesinato a mansalva de 5.000 negros (mujeres, niños ancianos) cazados a tiros y machetazos, colgados en guácimas en la provincia de Oriente, por el solo hecho de constituirse en partido político.

   Un pasaje bochornoso en nuestra historia al cual no se concede importancia ("la guerrita de los negros") y donde la mayoría eran mambises de la tropa de los generales Maceo y Moncada.

 

   Esta masacre orquestada por el supremacismo blanco marca los límites de las políticas homogeneizadoras sustentadas por el universalismo mono cultural de nuestra hipócrita "cubanía", y en el uso perverso del discurso de la diferencia racial.

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Ser bueno es el único modo de ser bueno.

Ser culto es el único modo de ser libre.

       José Martí

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