Fidel Castro. El Comandante Playboy.

Queridos lectores/as:  En la línea de las propuestas de lecturas veraniegas  -para refrescar-  hoy tocan estas curiosas y muy interesantes páginas de nuestra historia, donde un popular mitómano, un legendario megalómano se ve perfectamente retratado en su afán de convertir un país entero  -su feudo-  la isla de Cuba, en un parque temático, su particular Castrolandia, para lucirse ante el coro de un variopinto séquito de sus aduladores, compuesto básicamente por adoctrinados periodistas izquierdistas, admiradores incondicionales (...que algunos al paso de los años chocaron con la realidad cubana y llegaron a renegar de él); simples turistas revolucionarios atraídos por sus artificios y engañados por su propia simpleza, artistas de diverso 'pelaje' y hasta estadistas y académicos que llegó a camelar con su verborrea inabarcable o con sustanciosos premios a la su fidelidad; cuando no con chantajes de imprevisibles consecuencias personales... En fin, entraríamos ahí en los métodos mafiosos, pero eso ya es otra historia muy larga.

  Concretémonos en la que nos ofrece este libro, que de verdad no tiene desperdicio; es de lo más sustancioso. Por eso les recomiendo encarecidamente que pasen y lean!!

FIDEL CASTRO. EL COMANDANTE PLAYBOY.

-SEXO, REVOLUCIÓN Y GUERRA FRÍA-

Abel Sierra Madero

Editorial Hypermedia

www.editorialhypermedia.com

De la presente edición, 2019

ISBN: 978-1-948517-46-1

220 páginas.

-De la contracubierta del libro-

   Fidel Castro. El Comandante Playboy. Sexo, Revolución y Guerra Fría es la historia de una fascinación, la descripción minuciosa de como la prensa estadounidense contribuyó a la creación de un liderazgo que permitió al autoritario Comandante en Jefe convertirse en una figura familiar para los ciudadanos de ese país.  De manera que los lectores de este libro tienen ante sí el detallado itinerario de un romance, entre los medios y el guerrillero; entre los editores y el dictador.

   De esta atracción nacen buena parte de los esquemas del parque temático ideológico en que se convirtió Cuba y cuyo montaje Abel Sierra Madero describe. 

   Una isla paralela que se conforma no solo a partir de maquillar la realidad, sino también de conducir hábilmente las miradas de los visitantes extranjeros y de los reporteros. Con una efectividad apabullante, Castro los manda a vigilar, les confecciona una apretada agenda que no los deja mirar más allá de la ventanilla del auto climatizado y los premia cuando sus artículos se ajustan al guion de la Plaza de la Revolución.

   En este texto, Abel Sierra Madero también encuentra los puntos de contacto entre el magnetismo que provocan los mundos creados por Hugh Hefner con sus fantasías Playboy y, por otro lado, el universo revolucionario que Castro intentó instaurar en la Isla.

               Yoani Sánchez

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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.

Ser culto es el único modo de ser libre.

        José Martí

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