Queridos lectores/as: El 'recogimiento' bien. Nada cambiaría en mis hábitos lectores; digamos que encontrarme refugiado en mi biblioteca cubana rodeado y disfrutando de mis libros es mi estado natural. Pero acabo de pasar por una crisis emocional y ahora les cuento por qué: las principales cadenas televisivas españolas nos están sometiendo a un bombardeo continuo y obsesivo sobre las noticias del coronavirus covid-19, hasta el grado de llegar a crear una verdadera neurosis a la población.
A mi me gusta estar bien informado -y es más, en casos de emergencia lo considero necesario y vital-, pero ya les digo que la obsesión repetitiva -¡a todas horas!- de las televisiones está incidiendo en una psicosis colectiva. Siendo así me veré condicionado a limitar tales canales de información.
A mi me gusta estar bien informado -y es más, en casos de emergencia lo considero necesario y vital-, pero ya les digo que la obsesión repetitiva -¡a todas horas!- de las televisiones está incidiendo en una psicosis colectiva. Siendo así me veré condicionado a limitar tales canales de información.
Tal es el agobio que me han creado, la crisis que me han provocado, el daño emocional que, -caso insólito- me han causado estar 4 días sin poder leer. ¡Lo nunca visto!
En fin, una vez restablecido, aquí vuelvo 'a la carga' con las habituales recomendaciones de mi 'busca y captura de libros cubanos de los viernes'; y el fruto de hoy es un pequeño pero muy sustancioso libro que les recomiendo fervientemente. Lo he disfrutado a fondo en una encantadora orgía de cultura literaria de la mano del maestro Abilio Estévez. ¡No se lo pierdan! ¡¡Pasen y lean!!
TESTIMONIOS DE LA ORGÍA
Abilio Estévez
Editorial Sloper
Palma de Mallorca, España
Primera edición: enero de 2020
ISBN: 978-84-17200-33-6
173 páginas.
-De la contracubierta del libro-
A pesar de que el escritor cubano Abilio Estévez suele repetir que no es ensayista, que no le fueron dados los laberintos de las abstracciones, que sólo sabe pensar con la imaginación, en los textos aquí recogidos logra mostrar, y en ocasiones desarrollar, algunas de sus obsesiones: su amistad con el extraordinario escritor cubano Virgilio Piñera, que lo asomó al misterio y le confió algunas revelaciones; el sentir como suya la idea flaubertiana de que sólo es posible aceptar la existencia sumergido en la literatura como en una orgía perpetua; su pasión por La Habana, la ciudad que lo vio nacer y que transitó del esplendor a la penuria; la nostalgia de París como lugar inevitable al que de verdad nunca se llega; la defensa del poeta cubano José Lezama Lima, centro de la cultura cubana y considerado el naif que en realidad nunca fue; la gran aventura humana y literaria de Reinaldo Arenas; su pasión por los poetas cubanos del siglo XIX...
En estas páginas Abilio Estévez intenta advertir algunas claves de la cultura de su país, aunque en el fondo (y a caso sin percatarse) sólo se propone un pequeño esclarecimiento sobre sí mismo.
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Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
José Martí
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