viernes, 12 de noviembre de 2010

PERSONA NON GRATA



PERSONA NON GRATA
-Leído en Cuba-

Aleaga Pesant (PD)


LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Diecinueve años después de su tercera edición, llega a mis manos el libro del chileno Jorge Edwards, Persona non grata, gracias a la biblioteca independiente Reinaldo Bragado, y a su directora Omaida Padrón.

“Novela política de no ficción”, según palabras del propio autor; Persona non grata es texto que se lee de una sentada. Aunque la lectura lleve varias noches por su extensión y por la necesidad de repasar constantemente los pasajes que narra con minuciosidad de relojero.

Edwards fue encargado por el gobierno del Presidente Salvador Allende, de reabrir la embajada en Cuba, luego de seis años de cerrada. Su misión, que él consideró de puro y aburrido trámite, se vio entorpecida por su espíritu liberal, sus relaciones con escritores y la intolerancia hacia los creadores y artistas que desarrollaba la dictadura, a través de lo que Edwards define como “estado socialista policiaco”.

En 416 páginas, el escritor narra sus peripecias en La Habana, durante los tres meses que estuvo en su cargo, desde diciembre de 1970 hasta marzo de 1971, y las paranoias (reales o no), que sufrió durante esos noventa días.

Sus conversaciones con los hermanos Fidel y Raúl Castro; las diferencias que pudo captar en sus caracteres; los temores de los artistas, algunos de ellos encumbrados cortesanos hoy, y la represión contra Heberto Padilla y Norberto Fuentes.

El exagerado aparato de seguimiento y la asfixiante atmósfera que se respiraba en la isla, donde los que no fueran del gobierno eran considerados agentes de la Agencia Central de inteligencia, o se esperaba que lo fueran pronto.

También hay pinceladas discretas pero contundentes sobre al aparato burocrático del Ministerio del Interior y de Relaciones Exteriores. Raúl Roa, Osvaldo Dorticós, Ernesto Meléndez y Manuel Piñeiro, entre otros pejes, son puestos bajo la lupa de Edwards, sin cortapisas, lo que permite comprender las columnas del aparato represivo, y el comportamiento de los funcionarios del régimen ante la avasalladora figura del Primer Ministro.

Lugar especial en el libro lo ocupa la percepción bastante acertada (el tiempo lo demostró con creces) sobre la disfuncionalidad ideológica que confrontaba a la izquierda latinoamericana, esclarecida a través del enfrentamiento de las conductas políticas de Fidel Castro y Salvador Allende.

Escrita en 1973, y revisada en 1982 y 1991, el autor pudo, para la última edición, según sus palabras, quitarse de encima los elementos de censura y autocensura. Aunque a ciencia cierta, luego de cinco formidables capítulos sobre su experiencia personal y las relaciones entre la dictadura militar cubana y la revolución chilena, el largo epílogo parisino pudo tener mejor destino.

Apasionante de principio a fin, Persona non grata permite comprender mejor una zona de la historia de Cuba olvidada por los historiadores revolucionarios: el momento posterior al fracaso de la Zafra de los 10 millones. Quizás por eso el libro esté prohibido en la isla y su autor no la ha visitado otra vez.

aleagapesant@yahoo.es
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-Síntesis argumental-

PERSON NON GRATA
Jorge Edwards

Editorial: Alfaguara
Año publicación: 1973 (+ reediciones)
Temas: Literatura : Narrativa


Un libro extraordinario, espléndidamente escrito.
Guillermo Cabrera Infante

Este libro de Jorge Edwards es uno de los clásicos verdaderamente vibrantes de la literatura latinoamericana moderna... Puede ser leído como testimonio y también como obra de ficción... Su lenguaje es una amalgama de las virtudes más difíciles: la transparencia con la inteligencia, la penetración más incisiva con una sonrisa...
Octavio Paz

Un testimonio honesto y valiente. Jorge Edwards fue el primer escritor importante del extranjero en notar que algo había ido irrevocablemente mal en la Revolución cubana. En un tiempo cuando la mayoría de los intelectuales, desde Sartre hasta Susan Sontag, todavía estaban embelesados con el carisma de Castro, él simplemente dijo la verdad. Nunca es demasiado tarde para la verdad, especialmente cuando se la dice con la inteligencia y el ingenio de Edwards.
Hans Magnus Enzensberger

El arrojo de Jorge Edwards al publicar este libro en 1973 concitó no sólo el interés mundial, sino que además se hizo acreedor de una doble censura: la obra fue proscrita tanto por la izquierda como por la derecha. A más de treinta años de esa primera edición, mantiene su vigencia y la abierta hostilidad de Fidel Castro, quien no duda en encabezar su lista de libros más odiados con Persona non grata.

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