jueves, 25 de febrero de 2010

Continuando el homenaje a Lino Novás Calvo


Continuando el homenaje a Lino Novás Calvo...
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Opiniones sobre su obra:


En contraste con la absoluta pobreza -en cantidad y calidad- de la producción novelística del pasado año [1941], el cuento fue cultivado con asiduidad y éxito notables por un grupo de excelentes narradores. Entre ellos ocupa un lugar preferente Lino Novás Calvo que con la publicación de su libro La luna nona y otros cuentos y de su narración "Un dedo encima", premiada en el concurso "Hernández Catá", se ha situado en el primer plano entre los cultivadores contemporáneos del cuento. El tiempo es el personaje principal en los cuentos de Novás Calvo. Desde las páginas iniciales de La luna nona y otros cuentos en que ha recogido algunos de sus mejores relatos, se advierte esta delectación suya en el pasar de las cosas. Un personaje de los que el tiempo tortura y devora en el mundo alucinante creado por Novás [...] [En sus cuentos] las cosas pasan y los actos se derriten en la imaginación devorados por la noche angustiosa y sin fondo del tiempo, y se ven "cosas humanas por dentro". Es verdad que en estos relatos hay agua y tierra y se ven las palmas, porque el autor no ha renunciado al paisaje como elemento expresivo, pero todo aparece envuelto mágicamente por el tiempo. El tiempo que transcurre implacable, resbalando, arrastrándose, enroscándose a las cosas, enfocándolas, denunciándolas, con opresiva fatalidad que es cruel a veces, como en "La noche de ramón Yendía". [...] Y ese mismo sentido de implacable fatalidad es el que hace que el dolor y la muerte aparezcan en los relatos de Novás Calvo sencilla y naturalmente, como fuerzas imparables que abruman al hombre y lo sofocan con serena crueldad. [...] De todos nuestros narradores actuales Lino Novás Calvo es el más universal.

José Antonio Portuondo
1943

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En un ambiente como el nuestro, en que muy a menudo las figuras más desprovistas de valor se ven infladas rápidamente; en que el necio recibe todos los honores y el sabio es ignorado, no podía faltar Lino Novás Calvo entre los que injustamente son olvidados. No es que no lo conozca nadie, no, de sobra es conocido. Pero si fuésemos a medir lo que ha hecho; las nuevas corrientes que ha introducido en nuestra literatura, la influencia creciente que ejerce sobre los nuevos escritores, el prestigio que ha dado a nuestra nación, y midiéramos lo que los beneficiados le han retribuido, ciertamente que Lino Novás Calvo sale poco favorecido. [...] En cubano respiran sus cuentos, y es cubana la generación que influye. Yo puedo asegurar la admiración y el respeto con que la "gente que empieza a escribir ahora" habla sobre Lino Novás Calvo. Es algo más que eso, es justipreciar la labor de uno que realmente vale.

Lisandro Otero
1951

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Los relatos de Novás Calvo no son fáciles: hay un hermetismo y nebulosidad que el interesado lector va horadando, quedándole sobre la piel rastro de nieblas y salpicaduras de frío aguacero. Y en esa bruma la luz va tejiendo poemas sobre las cosas. La luz nos va a servir de brújula orientadora en esta indagación de su técnica narrativa. Los seres, los objetos, las figuras se van iluminando a ratos por el fulgor fugitivo de la mirada del novelista. No emplea este colores brillantes: las cosas están ahí, estáticas, en violentos contrastes o en sugerentes claroscuros. La luz, el “ojo activo”, las sorprende en variadas posiciones, las atenaza entre sus rayos, vuelve sobre ellas con ánimo violador. [...] Todo esto no sería más que mera técnica externa si no fuera acompañado de un gran poder sobre las palabras. La precisión y el vigor con que las cosas, los más leves movimientos, son recogidos por la afilada mirada del narrador, da contorno nítido a lo que describe. [...] En Lino vale sobremanera la búsqueda incesante de una técnica mejor, de un instrumento más apto para captar la realidad nuestra. En él hallamos unificada la forma más estricta y trabajada con la anécdota, la problemática y las gentes cubanas, recogidas por la mano fina y ágil de un verdadero creador.

Salvador Bueno
1953

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De los narradores hispanoamericanos afiliados al movimiento del 'realismo mágico' y dedicados a la apasionada exploración de temas y ambientes regionales, sobresale notablemente la figura de Lino Novás Calvo, no sólo por la gran calidad literaria de su producción, sino también por ser uno de los primeros autores que expresaron con claridad las tendencias de ese movimiento que ahora predomina en casi todos los países del continente. Novás Calvo anticipa a Jorge Luis Borges, seis años mayor que el cubano, en la postulación de una literatura de carácter fantástico o 'mágico', y se adelanta en el estudio de los grandes novelistas norteamericanos de la generación anterior, señalando de esta manera a la escuela que ocuparía el interés de muchos intelectuales de la América en las décadas subsiguientes. La época en que nace Novás Calvo y la índole de su experiencia vital lo caracterizan claramente como un miembro de la 'generación perdida' de Hispanoamérica, una generación que crece y madura en un período de valores desacreditados a agudas contradicciones sociales, una generación rodeada del caos y de la barbarie, una generación desilusionada y escéptica que, con todo, no vuelve la espalda a una realidad desagradable para buscar refugio en un arte de la torre de marfil. Este carácter de Novás Calvo explica su simpatía por autores como Hemingway y Faulkner, y la consecuente absorción de ciertos rasgos característicos de estos en la obra del destacado cuentista cubano.

James E. Irby
1956

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[En sus cuentos] puede descubrirse mucho arte y mucha intuición [...] Como la tragedia de la ficción de Novás Calvo se asienta en el hombre, no en los escenarios -aunque él sea un maestro de la creación de la atmósfera necesaria- su narrativa tiene una unicidad esencial en todas sus épocas que la caracteriza y la distingue. A esto no obsta que él invente -aunque copie de la vida- una realidad específica, casi siempre cubana, correspondiente al entorno que requiera la tragedia de cada anécdota. [...] Cada relato de Novás Calvo revela un mundo que él conocía muy bien. Leer a Novás es conocer a una sección inmanente de Cuba, pero no como historia sino como fabulación.

Alberto Gutiérrez de la Solana
1971

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Novás Calvo no apartaba los ojos de la realidad pero la veía desde una posición remota. Para comunicar al lector una sensación de extrañeza no necesitaba mutilarse, como hacen otros escritores que se cortan los ojos de la lógica; no necesitaba drogarse, como hacen quienes defraudan los sentidos en busca de paraísos artificiales; no necesitaba informarse en las bibliotecas, como quienes estudian trucos literarios capaces de simular efectos fantásticos. No. A Novás Calvo le bastaba con mirar desde su posición remota. La sensación de extrañeza que comunicaba al lector se debía, no a que cultivase los estilos de la extrañeza, sino a que él estaba genuinamente extrañado.

Enrique Anderson Imbert
1975

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El realismo mágico de Novás Calvo no es una respuesta a los misterios de la realidad, sino un procedimiento que trata de eliminar y de revelar los más inadvertidos y recónditos matices de lo real. La importancia radica, pues, no en la respuesta al misterio sino en el procedimiento que el autor emplea para llegar a éste. Las técnicas narrativas del realismo mágico se evidencian en aquellas obras de Novás Calvo donde el autor trata de iluminar el mundo circundante a través de las conexiones existentes entre personajes y objetos inanimados, utilizando para ello un lenguaje popular y poético a la vez donde abunda la personificación y la contradicción de sentido. De esta forma crea en sus narraciones una atmósfera fantasmagórica en la que todo es posible.

Héctor R. Romero
1988

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Creo que la verdad más profunda de Novás se expresa en ciertos cuentos donde un hombre solo combate contra un mundo enemigo, y cumple sus destino en una batalla que -el lector lo capta desde el principio y sin embargo resulta atrapado en el vértigo de lo inexorable- estaba perdida de antemano. Ese destino resulta trágico en el más perfecto, puro, profundo sentido de la palabra. Los asuntos pueden variar -el cayo, la ceguera o la ciudad como centros del encierro; el fuego, el mar o los disparos como causas eficientes de la muerte; la venganza, el desamor o el absurdo como motivos de la persecución o de la pérdida; un ex contrabandista, un escultor ciego o un simple taxista como víctimas-, pero el tema permanece inalterable y la magia de la escritura hace el resto. [...] El universo literario de Lino Novás Calvo pertenece, ante todo, al pueblo cubano; tanto la tragedia que revela, como el lenguaje en que se expresa, han sido entrañablemente nuestros. Lo son aún, porque están tocados por la magia mayor de la gran literatura: su inagotable permanencia.

Jesús Díaz
1990

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El barroquismo del texto [Pedro Blanco el negrero] se materializa en parte durante su recepción, las resonancias del modelado en sus lectores. Sabemos que Novás pretendió (y logró) crear un friso de lo típico y lo atípico, un imaginario de la trata negrera insertado en el imaginario de la época. En esa categoría caben todas las disparidades concatenables, productoras de un barroco 'interior'. Elementos de carnavalización que implican la necesidad de un léxico amplio y flexible, capaz asimismo de realizarse, después del proceso receptivo, como un realimentador de las experiencias narradas, pues no cesa de 'connotar' incluso dentro de la espacialidad. Así llegamos a comprender la naturaleza del barroquismo en la obra de Novás. El fenómeno en cuestión hay que evaluarlo no sólo en tanto rasgo característico del texto, sino también acercándonos al hecho comprobable de que es una forma de manifestación de las fusiones e intercambios culturales presentes en el proceso de la identidad literaria del Nuevo Mundo.

Alberto Garrandés
1997

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Pedro Blanco el negrero es un libro para rescatar del olvido.
Guillermo Cabrera Infante
2000

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Ser culto es el único modo de ser libre. Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
J. Martí

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