martes, 23 de febrero de 2010

"ANECDOTARIO GASTRONÓMICO HABANERO"




Y mi modesta colaboración...
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...pa' reirse con nuestro cotidiano acontecer.
He aquí una 'crónica periodistica' de uno de mis primeros viajes a La Habana, allá por el año 2004.
Espero que la disfruten como la 'sufrí' yo...


"ANECDOTARIO GASTRONÓMICO HABANERO"
Por Barbaro Lázaro Prieto de la Calzada de Jesús del Monte.


A toda la vecindad de este Ilustre Solar, a los viajeros y turístas (humildes como yo), que quieran disfrutar de un apetitoso recorrido gastrónomico por La Habana, va dedicada esta crónica. ¡Que les aproveche!

Empezamos nuestro habanero paseo, a la hora del almuerzo, dirigiendonos a (lo que fue) mi restaurante preferido: El Jardin.
Erase un local fresco y acogedor, dotado de una suculenta carta, aunque breve... cada dia más breve pues sus deliciosos platillos iban desapareciendo de un dia para el otro. En esta primera vez conseguímos elegir los platos de nuestro gusto. Y como detalle a destacar de este restaurante ¡se podía pagar en moneda nacional!
Siendo así, volvimos al dia siguiente. La carta bien, como ya era habitual... pero al llegar al postre, nos dijo un afligido camarero
-Lo siento pero se nos han terminado los postres.
- Bueno, no pasa nada, dije yo, traiganos unos cafés...
Respuesta del cada vez más apenado camarero
- Lo siento, no hay café ¡se nos ha roto la cafetera!

A pesar del gracioso incidente, volvimos un dia más ¡¡y aquello ya fue surrealista!! Nos sentamos en nuestra mesa preferida. El camarero del otro dia ya no estaba y el que atendia hoy no se distinguia precisamente por su entusiasmo. Tras servirnos la bebida, volvió al cuarto de hora, más o menos, a tomarnos nota de la comida... bien; de primero, dos de arroz con pollo y de segundo no se que carne... Transcurrieron unos veinte minutos, media hora... y regresa el camarero diciendonos tranquilamente -Lo siento, no podemos cocinar el arroz, porque ¡¡se nos ha acabado el pure de tomate!!
Inaudito para un restaurante, pero en fin, a pesar de todo nos encontrabamos tan a gusto allí ¡¡y con un hambre voraz!! que admitimos de relativo buen grado la sugerencia del derrotado camarero, de traernos dos pizzas...
-¿De que las quieren?
-¿Hay de jamón y queso?
-Si. -De acuerdo, está bien... y a los veinte minutos o más, vuelve el camarero con dos pizzas de queso solo ¡¡¡se les había terminado el jamón!!!
Bueno, no se bien como explicarlo, pero le habiamos cogido cariño al local. Volvimos al dia siguiente con la intención de cenar, pero estaba cerrado. Le preguntamos al custodio que estaba en la puerta y nos respondio que por la mañana habían tenido "una actividad" ¡¡Joder con la actividad!!
Hoy en dia, (al menos la última vez que lo vimos), "El Jardin" se había reconvertido en un "restaurante ecológico", que no se bien en que consistirá la cosa, pues desistimos de entrar, pero me imagino que ecologicamente y si se les acaban las viandas, al menos ¡se podrá tomar el sol y el aire!

La noche se iba cerrando y desesperados por la comida pusimos a andar por la calle Linea y no se a que altura, ni recuerdo el nombre del local, debido al desfallecimiento que llevabamos, que al divisar una hamburgueseria nos lanzamos a su interior en pos del codiciado alimento.
El cúmulo de despropositos allí imperantes, merecería capítulo aparte, pero voy a resumir con el dialogo:
-Buenas noches, quisieramos dos hamburguesas (suspirando).
Respuesta: -No hay hamburguesas, se han acabado.
Bueeeeeeno, pues pollo frito (ya babeando)
-Lo siento, también se terminó el pollo...
Está bien (vistazo tan rapido como desesperanzado a la carta) : ¡Solución salvadora!
-Pues nos trae dos pizzas de chorizo ... ...
¡¡¡Arrrrggggg!!!
- Se no ha acabado el chorizo.
Propuesta final para el menú de esa noche,(que aceptamos, casi con lágrimas de agradecimiento en los ojos): de primero bocaditos de jamón y queso; de segundo pizza de jamón y queso.
Antes de cambiar de recorrido, un último comentario acerca de este local, del que lamento no recordar el nombre "para recomendarselo a los amigos". No habían servilletas de papel... ¡se habían terminado!

Otro dia fuimos a (intentar) desayunar a una especie de pastelería con el pomposo nombre de "Le Pain de Paris" o algo así, pues además de los exóticos nombretes con que estaban bautizadas sus pastitas,
-algo dificiles de pronunciar para un habanero de adopción como yo-. Por fin, conseguimos desayunar... al cabo de un buen rato, ya que no nos podian atender de imediato, ya que estaban efectuando un "inventario de pastas" ante el cambio de turno.
Si como lo oyen, frente a la paciente clientela, una especie de "cuadro"-inspector, con un ayudante que iba tomando nota, estaban contando en minuciosa auditoría las diversas pastitas... 3 croisants, 12 bocaditos, 8 sandwichs, 7 no-se-que, etc.. Por lo demás, perfecto; nos permitieron sentarnos a la mesa a esperar y ¡antes de media hora, nos atendieron! ¡Que maravilla! ¿Adivinan el menú? ...Si ¡¡bocaditos de jamón y queso!!

Menos suerte tuvimos al dia siguiente. Uno de esos dias en que te apetece un helado con locura. Uno de esos calurosos dias habaneros en que no corre una brizna de aire y el indio raja las piedras. Uno de esos dias en que se está dispuesto a vender el alma al diablo ¡por un helado!
Nos cogió cerca de una heladería que queda por dentro de la Manzana de Gómez, y p'allá que nos fuimos, sin pensarlo dos veces, en busca del ansiado premio para nuestros resecos paladares. ¡Aaaah! ¡Que maravilla de aire acondicionado! ¡Este era el sitio! ¡Aleluya! Nos acercamos al mostrador (...babeo incontenible)
-Buenas, nos pondrá dos helados de tal más cual. ¡¡¡!!!
-Lo sentimos, en este momento no podemos servir helados, porque... ¡¡se nos han congelado!!
Sin comentarios. Nos quedamos helados ¡sin helados!

Otro dia gracioso en Cojímar. Calor y sed terrible, para variar. En una despoblada barra de un bar, uno de aquellos maravillosos grifos de cerveza dispensada. ¡Nos tiramos de cabeza!
-Hola, Mmmmm, ¡dos cervezas!
Inesperada y sorprendente respuesta: -¿han traido los vasos? ¿¿¿??? Eeeeeh, cómo?!
...menos mal que antes del desmayo, el solicito barman nos indicó que los vasos los vendía aparte un viejito que estaba al lado del bar; ¡'bisnes es bisnes'!

Como grato recuerdo, puedo contarles que durante mi estancia en Cuba he disfrutado a plenitud de las croquetas y el pollo frito, pollo frito y pollo frito ¡la oferta de cada dia! -pues era además a lo que mejor alcanzaba mi preupuesto gastronómico habanero. (En un principio llegué a creer que el "ave nacional" de Cuba por excelencia... ¡era el pollo frito!).

Por muchas veces que regrese a mi Habana, les aseguro que nunca dejaran de sorprenderme sus deliciosas anecdotas gastrónomicas. En otra entrega me complacerá compartirlas de nuevo con ustedes, mi querida vecindad.
Sirva este ejemplo a modo de adelanto: ¿Dónde degustar las mejores pizzas y lasagnas...? Sorprendanse una vez más: ¡¡en un restaurante chino!! La "Sociedad china Min Chi Tan"...siempre que uno tenga la santa paciencia de llegar a esperar -entre plato y plato- ¡¡tres cuartos de hora!!

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Ser culto es el único modo de ser libre. Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
J. Martí

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