martes, 23 de febrero de 2010

"Las cuatro Cubas de Barbarito"


"Un relato de viajero, de Barbarito"
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"LAS CUATRO CUBAS DE BARBARITO"

A Tod@s l@s amantes de Cuba, va dedicado este relato que escribí en octubre de 2005 al regreso de una vacaciones en Cuba.


"Las cuatro Cubas de Barbarito"


En un lugar de La Habana, de cuyo nombre no quiero acordarme, vive ¡hace rato! un Hijodalgo barbudo, anciano seníl, dictadorzuelo y embaucador. ...así podría empezar ese relato, en conmemoración del tropecientos aniversario del "Fifote", pero no está en mi intención dedicarle a tan siniestro personaje más atención (psiquiatrica) de la que merece. No quisiera embarrarme las manos con la sucia política -en la medida de lo posible- ya que este relato está escrito con el corazón. Voy a tratar pues de que esto sea un sencillo "cuaderno de viajero".

El punto de partida es La Habana, en un barrio donde reside mi familia. Esto será la segunda Cuba, la de cada dia, la la libreta, la de los apagones, la de las multiples carencias. Aunque parezca mentira, esta es la Cuba que a mi me gusta compartir, la auténtica, la palpable; no la que sale en las postales y en los folletos turísticos. Y hablando de turismo, es esta vez que mi exiguo presupuesto me ha permitido salir de la capital, visitando el Valle deViñales, Cienfuegos y Trinidad. Con el tiempo y unos €uros, quisiera recorrer toda la Isla, de Cabo San Antonio a Punta Maisí; pero esto forma parte de la primera Cuba, que no es siempre asequible. La tercera Cuba -distante a veces, a los ojos del turista- es la que pertenece por derecho natural a los guajiros. Y de la cuarta Cuba, ya hablaremos...

Por el momento, mientras preparo la maleta, acompañenme a mi vivienda familiar. El recorrido es un poco largo e incomodo, ya que tendremos que abordar el "camello" que nos llevará de La Habana a un barrio de la periferia, en ¡una hora y media! más o menos. Una vez allí podremos "disfrutar" de la vida del pueblo cubano y de los "logros" de ese patético y fracasado experimento social, mal llamado "revolución" (Disculpen el tono sarcástico, que viene propiciado por los cafres politicoides que se obstinan en defender esa mierda. A "ellos", a esos pseudo-izquierdistas de salón, les dejaría una larga temporada viviendo en Cuba ¡como los cubanos de a pie! con un promedio de 10 $ al mes... a ver si se les pasaba la bobería). Bueno, un poco más y no cumplo mi proposito de NO hablar de política; cerremos pues este parentesis.

Ya estamos en el barrio, con mi familia, con mi gente. Acabamos de abrir los maletones y repartir la ropa. Ya es de noche, ahora toca un reconfortante baño para dormir fresquito... ¡¡¿¿Como??!! Si el agua corriente pa' la ducha, solo entra de 6 a 8 de la tarde. Bueeeeeno, mejor nos vamos a disfrutar de un necesario descanso, a dormir acompañados por "el rey de las noches cubanas", su Majestad el Ventilador... pero, ¡Oh No! Hoy toca apagón. Me parece que los únicos que van a disfrutar esta noche ¡¡son los mosquitos!!
Al dia siguiente... esperamos el agua, aunque sea para cocinar... pero hoy tampoco será fácil. El apagón se prolongó más de lo habitual, con lo que no ha podido funcionar el motor que sube el agua a los tanques.
Mi familia -como tantas y tantas familias cubanas- están entrenados en el cubano "inventar", o sea, resolver para sobrevivir. Pueden permitirse el "lujo" de pagarle un par de chavitos a un muchacho para que les llene a cubos los latones del patio -que serán de unos 300 litros- lo que equivale a un montón de viajes cargando agua escalera arriba; por suerte es un primer piso... Pero me pregunto ¿como lo harán los viejitos jubilados del 4º piso, que no tienen familia "afuera"? Alguien les ayudará... ¿quizá Castro y Chávez con su "Plan Milagro? (¡Oh! ¡Socorro! ¡¡Otra vez la política!! No). Mejor cerramos este capítulo y nos vamos a tomar el fresco.

¡Ahora si! Vamos a disfrutar un buen rato de la primera Cuba, esa Cuba de 1ª que todos (¡los extranjeros!) pueden disfrutar. Cuando consiga quitarme la mirada analítica y ponerme la del turísta, iniciaremos nuestro recorrido. Nos espera el "almendrón" familiar, que nos llevará como inicio de unas excursiones inolvidables, al Valle de Viñales; ¿que decir de esta maravilla de la naturaleza? En cualquier intento me fatarían las palabras adecuadas para describirlo. No me queda más remedio que remitirlos a las fotografías o mejor aún, a que lo visiten de verdad. Hay tanto y tanto para recrear el gozo de los sentidos: El Mirador de Los Jazmines y el Valle que se extiende a nuestros pies, los peculiares mogotes, la Cueva del Indio -entre otras- El restaurante "El Palenque", donde podremos comer sabroso y a un precio razonable. No podré olvidar esas humildes poblaciones: Viñales, Pinar del Rio... ya están inscritos en lo más hondo de mi corazón.

Antes de proseguir el viaje a otras provincias, vamos a relajarnos en las cercanías de La Habana, será en un paraje encantador, denominado: Campo Florido. Y les aseguro que su encanto radíca más en su gente -en la familia de guajiros que nos acogió- que en su entorno, ya de por si bello en su naturaleza sin maquillar. (En mi particular "división socilológica", esta es la tercera Cuba, la que muchas veces pasa desapercibida al "turismo oficial"). Aquí toma su verdadera dimesión el concepto de contacto humano. Un ejemplo, la comida que -por arte de magia, apareció en la mesa- ese congrí, ese pollo, esa yuca con mojo ¡no podría superar su sabor el más prestigioso restaurante habanero!. Jamás olvidaré la ternura que nos manifestó esa familia y el sincero ofrecimiento de todo lo que tenían... a cambio de una sonrisa y de un abrazo de despedida que me llegó al alma.
La cuarta Cuba nunca podrá llegar aquí.

Y ahora, para proseguir nuestro viaje, debemos volver a los medios de transporte propios de la primera Cuba; ya saben, la Cuba de 1ª, esa que a la inmensa mayoría de cubanos les es negado disfrutar. "¡Gracias Fidel!"

Estamos en una furgoneta turística, veloz, confortable, con aire acondicionado. Que nos llevará comodamente a una ruta llamada "La Perla del Sur" (contratada por Habanatour), que consistirá en un recorrido por la bellisima ciudad de Cienfuegos, un viaje en barco por su inmensa bahía de apacibles aguas, una visita a la legendaria ciudad de Trinidad, y una estancia en el -muy recomendable- Hotel Rancho Luna, donde rememoramos una "intensa Luna de miel en el Caribe"...pero, eso es otra historia.

Antes del breve paseo por Cienfuegos, me es grato señalar la alta calidad de los servicios hosteleros del mencionado hotel, tanto como la organización y el confort de los viajes. En justicia, cabe resaltar lo muy asequible de esta oferta, que por tan solo 320 $ por pareja, nos permitió disfrutar de este felicisimo viajecito de 3 dias.

De la ciudad de Cienfuegos ¿que podría decir? Todavía estoy impresionado por sus maravillas arquitectónicas: la antigua Sede del Gobierno, el Teatro Tomas Terry, ¡toda la Plaza Mayor! y ¡¡la absoluta limpieza de sus calles!! (Aquí conviene abrir este parentesis, para que tomemos nota los "alardosos habaneros", de lo que debe ser una ciudad limpia de verdad en cada uno de sus rincones ¡ni un solo papel en el suelo! )Desconozco en que consiste el secreto de este pulcro mantenimiento, pero de hallarlo convendría aplicar la formula a esa Habana desbordada de detrítus.

La visita a Trinidad fue muy breve, pero suficiente para impregnarse de la majestuosidad de sus edificaciones coloniales; no en vano es también Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Conservo una grata memoria fotográfica de ambas ciudades, de todo el recorrido turístico en sí, pero si me dieran a elegir el lugar para vivir... tras las dudas razonables por la trascendencia de la elección ¡creo que me quedaría en Viñales!

Volviendo un momento al hotel de Cienfuegos-playa, me complace recordar lo delicioso -en cantidad y calidad- del comedor de bufet libre ¡y de la barra libre! del encantador Hotel Rancho Luna -Recomendable para parejas enamoradas- (Un apunte descriptivo: en la habitación había TV con antena parabólica... no llegamos a encenderla). Mejor les cuento la sensación de un romántico baño en el mar Caribe, a la luz de la luna... volvimos rápido a la habitación, y disculpenme, he de cerrar la puerta...

Lo único que consiguió enturbiar un poco -bastante- tan idílico transcurso, fueron los inevitables atisbos de visiones de la cuarta Cuba, allí presente. Más adelante puntualizaremos sobre esta cuestión.

Ya estamos de regreso a La Habana, que sigue siendo en mucho mi ciudad favorita "a pesar de La Habana misma"; me declaré hace tiempo, habanero de adopción y amante incondicional de esta capital, para mi, aún ¡la más bella del mundo!
No puedo dejar de mencionar ciertas "recomendaciones turísticas"; sobre todo dedicadas a los desprevenidos no-cubanos que nos honren con su visita. Una: en La Habana es dificil comer bien -para el bolsillo del viajero pobre- si bien a veces nos sorprenden con insolitos hallazgos gastronóminos. Voy a recomendarles uno, en el Barrio Chino, el restaurante de la "sociedad china Min-Chih-Tan", sitio propicio para degustar ¡oh sorpresa! una excelente lasagna y una insuperable pizza (...otra curiosidad habanera más, ¿donde saborear una buena comida italiana?: ¡en un restaurante chino!) además de otros suculentos platos. Lo que si conviene -al sentarse a la mesa de cualquier restaurante- es "cambiar nuestro chip de consumidor apresurado" y estar preparados para esperar (im)pacientemente, el "breve" lapso de ¡media hora a tres cuartos! que pueden demorar en servirnos la comida.

Bueeeeeeeno, no solo voy a contar lo bueno y lo malo ¡¡todavía puedo hablar de lo peor!! Y preparense que voy a la carga. Alabo lo bueno cuando lo considero justo y critíco lo malo cuando así lo veo, pero lo que voy a citar ahora es ¡directamente insultante! ¡una ofensa al buen gusto! ¡una falta de respeto a la tradición! Lo siento, es mi deber ponerlo en evidencia: Los mojitos de la "Bodeguita del Medio" Una de dos, o el que preparaba los buenos mojitos se ha jubilado hace tiempo, o es directamente una flagrante tomadura de pelo ¡Tremenda mierda! y disculpen la expresión, ¡no es fácil tomar en toda Cuba un mojito más caro -4 $- ¡y más malo! ni en el más barato de los timbiriches. Lo considero una grave ofensa a la inteligencia de los consumidores, tanto cubanos como extranjeros.

A pesar de estos detalles, prefiero siempre guardar los mejores recuerdos del viaje por mi Cuba. O dando sentido al título de este relato, que espero esté siendo de su agrado, rememorar las "Cuatro Cubas" que me ha sido dado conocer.

Les puedo hablar -en desorden- de la 2ª- que es la mia, la de mi familia, la del cubano de a pie. Es la que me pertenece y por la que acostumbro a moverme. Es también la fuente de mis desvelos ¿¿Cuanto tiempo más se verá obligada a sobrevivir así?? ¿Hasta cuando los tristes esbirros de la tiranía quieren mantener a Cuba en la más absoluta miseria moral y económica? En fin, no es aquí y ahora el momento de profundizar en tan delicado tema.
Ahora le toca a la primera Cuba, la Cuba de 1ª, esa que no es asequible a la mayoría de los cubanos. Si, a esos que nos veían pasar en nuestro acondicionado vehículo turístico, mientras trataban de coger botella o esperar sudorosos cualquier tipo de transporte tercermundista que el estado les destina. No puedo olvidar sus miradas a traves de las ventanillas de la cofortable furgoneta turística. No lo puedo evitar, me hacen sentir culpable.
Prefiero recordar mi entrañable 3ª Cuba, la de los guajiros, la de esa buena gente que desinteresadamente nos ofrecieron hasta lo que no tenían.
Este es mi más grato e inolvidable recuerdo. Aunque esa vida no me pertenece, refugiado tan lejano en la gran ciudad, aun en mi barrio. Si, a donde llega el agua -dia si y dia no- de 6 a 8 de la tarde... ¡cuando un imprevisto apagón no lo impide! Donde no hay "bufet libre" y si "libreta de abastecimiento" ¡y este mes no ha entrado la cantidad de arroz prometida! ¡y el agro mercado esta carísimo!¡y no puedo volver a pisar la "chopin" hasta que me llegue la remesa familiar! (...encuentro tanto a faltar a mi hijo que está en la "yuma" ¡por lo menos llegó, gracias a Dios!) ¡¿Y donde está mi olla arrocera?! Exclama la población al unisono: ¡¡NO ES FÁCIL!!

Así que llegado a este punto, tendría que hablar de la 4ª Cuba, la más desconocida, pero no lo voy a hacer. Todo el mundo la conoce, aunque nadie la ve. La insondable Cuarta Cuba, es la de los que SI viven bien, sin problemas, sin libreta, sin carencias. Para ellos es todo, son los cubanos felices. No los verán en el camello, no los encontrarán en la cola de la bodega. Yo los pude ver en el Hotel, son los únicos cubanos que pueden permitirse entrar allí.¿Los conocen? Existen, tienen nombres y apellidos, son la "alta sociedad" Es la casta privilegiada por la TIRANÍA FEUDAL que en el siglo XXI y para escarnio de la humanidad, aún impera en Cuba.

Y aquí nos quedamos nosotros, en espera de pasar pronto esta página de la Historia. En el deseo de poder ver que nuestra Cuba sea de una vez por todas: La Patria de TODOS los cubanos.

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*Amable lector/a, si tu paciencia literaria te ha llevado a este punto, gracias por la comprensión y la condescendencia hacia los defectos -que por exageración u omisión- pudiese contener mi relato . Lo escribo tal como lo siento, a golpe de corazón.

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